La mina que provocó el desastre ecológico en Doñana no podrá reabrir sus puertas

Esta decisión ha sido adoptada tras comprobar que la documentación presentada presenta «carencias imprescindibles» para garantizar la seguridad medioambiental de la explotación, según informó el Ministerio de Medio Ambiente.

Así, la negativa del Patronato de Doñana se debe principalmente a las «notables carencias de información» detectadas en la documentación de Boliden. «Estas carencias impiden concretar los efectos futuros de la explotación en aspectos fundamentales para la seguridad ambiental de las tierras y las aguas, tanto superficiales como subterráneas», señaló la ministra Isabel Tocino.

Y es que hay que tener en cuenta que el informe presentado ayer por el Patronato es preceptivo de acuerdo con la Ley reguladora del Parque Nacional de Doñana.

Además, destaca que es patente la «falta de clarificación» sobre la impermeabilidad de la corta de Aznalcóllar respecto al acuífero adyacente. La documentación de la empresa "que analiza la utilización de la antigua corte de Aznalcóllar como depósito de estériles y la ampliación de escombre" ras de cara al reinicio de la actividad minera, así como el proyecto de sellado definitivo de la balsa cuya rotura provocó el pasado 25 de abril el vertido tóxico-tampoco deja claro, a juicio del Patronato, cómo será la gestión futura de la corta una vez finalizada la fase de explotación.