La vida de numerosos agentes secretos británicos puede estar en
peligro después de que sus nombres aparecieran en una página de
Internet, lo que ha supuesto para el MI6 un problema de seguridad
sin precedentes. Los abogados que representan al Gobierno
intentaron ayer cerrar esa página de Internet, con dirección en
Estados Unidos, en la que el pasado miércoles apareció una lista de
nombres de agentes.
Los directores de periódicos han recibido una solicitud de David
Pulvertaft, secretario del Comité de Comunicaciones, que asesora a
los medios sobre asuntos de seguridad nacional, para que no
publiquen los detalles de la información ya que muchos de los
agentes aún están «activos» en diversos países del mundo.
El Ministerio británico de Asuntos Exteriores no quiso
pronunciarse ayer sobre el caso por razones de seguridad. La
responsabilidad de esta filtración apunta al ex agente del MI6,
Richard Tomlinson, quien amenazó en los últimos meses desde el
extranjero con revelar asuntos secretos del servicio en represalia
por haber sido despedido en 1995, al parecer, por sus planes para
publicar un libro sobre sus actividades. Tomlinson cumplió en 1997
una condena por violar la Ley de Secretos Oficiales al entregar un
libro que contenía datos de su carrera profesional. Aunque su
responsabilidad en este caso no está confirmada, la prensa
británica menciona a Tomlinson autor directo de la filtración, que
puede poner en peligro, el éxito de algunas labores de
espionaje.
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