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Los fabricantes españoles de televisores están «totalmente concienciados» con la necesidad de que los aparatos de televisión lleven incorporado un «chip antiviolencia» que permita a los padres impedir que sus hijos vean programas de contenido violento, e incorporarán este microprocesador en sus nuevos aparatos en cuanto la Comisión Europea apruebe el reglamento, se informó desde la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas.

La puesta en marcha de este sistema de control selectivo de los programas que pueden verse a través de un televisor precisará de un acuerdo por parte de las cadenas, que deberán incluir un código en sus programas para que sea interpretado por el «chip» y en función del cual permitirá que se vea un determinado programa o, si detecta que tiene contenido violento, apagará de televisor o cambiará de canal.

En otros países, como Estados Unidos, los televisores con «chip antiviolencia» ya están en el mercado y, de hecho, la mitad de los aparatos que se venderán este año dispondrán ya de este microprocesador.