El Papa sufre una nueva recaída durante su visita a Polonia

El Papa debía haber celebrado ayer una misa en la catedral de Polonia, la diócesis de la que él fue obispo años atrás, y más tarde visitar el pueblo minero de Gliwice.

Poco antes de la hora prevista para que diera comienzo la misa en la explanada de Blonie, de Cracovia, el portavoz vaticano Joaquin Navarro Valls informó de la suspensión de los actos previstos para la jornada del martes.

Según Navarro, el Papa se dedicará a descansar, en la residencia del arzobispo de Cracovia, según le aconsejó su médico personal, el doctor Buzzonetti.
El secretario de Estado vaticano, cardenal Angelo Sodano celebrará en sustitución de Juan Pablo II la misa a la que se esperaba una asistencia de millón y medio de fieles. Navarro Valls dijo que el Papa tenía el lunes pasado fiebre, pero que no ha superado los 38 grados, debido a «una gripe», que hizo aconsejable que dejara ayer sus actividades. El tratamiento que sigue el Papa es el habitual con antibióticos y antitérmicos, señaló su portavoz, que achacó este episodio gripal clásico a los continuos desplazamientos en helicóptero y a los cambios bruscos de temperatura, que pasa en pocas horas del verano riguroso a un tiempo casi invernal.

El Papa Wojtyla comentó ayer, «con buen humor», según Navarro, que sentía desilusión porque la gripe se le haya presentado precisamente en Cracovia, su antigua sede episcopal, y durante unas fechas tan señaladas como las del milenio de la fundación de la catedral. La misa conmemorativa del milenio de la catedral de Wabel, ante cientos de miles de fieles, la celebra el cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, junto al metropólita de Cracovia, Feanciszek Macharski, y otros mil sacerdotes concelebrantes, en una pradera de las afueras de la ciudad, en Blonie.