Un alto cargo sanitario explica a los periodistas el caso que tanta expectación ha levantado en Gran Bretaña.

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El Gobierno británico dispuso ayer, miércoles, la apertura de una investigación sobre la donación de órganos a un hospital con la condición de que sólo fueran trasplantados a un paciente de raza blanca. El programa «Newsnight», de la BBC, reveló en la noche del martes que esta condición fue puesta por una familia del norte de Inglaterra, que donó los riñones de un pariente que falleció a principios de año en el hospital Northern General, de la localidad inglesa de Sheffield.

La citada unidad sanitaria trasplantó los órganos a un enfermo después de que la Autoridad de Apoyo de Trasplantes del Reino Unido, que cuenta con los datos de pacientes que esperan una donación, le hiciera saber las condiciones que había impuesto la familia del donante. La mencionada autoridad dejó que fuera la unidad sanitaria la que tuviera la decisión final de aceptar la situación. Según «Newsnight», los riñones fueron trasplantados a un paciente blanco en el hospital de Sheffield.

El ministro británico de Sanidad, Frank Dobson, dijo que el caso es «horroroso» y dispuso que el secretario permanente de su cartera, Chris Kelly, investigue lo ocurrido. Un comunicado del Ministerio de Sanidad recalcó ayer que las donaciones están a disposición de la gente «sin tener en cuenta la raza, la religión, la edad u otras circunstancias y muchos pacientes se benefician de estas donaciones para salvar vidas».

A las críticas de Dobson se sumaron las del presidente de la Sociedad Británica de Trasplante, Andrew Bradley, quien recalcó que los órganos no pueden tener condiciones, «tienen que ser utilizados de acuerdo con las necesidades médicas».

Bradley, quien también es profesor de la Universidad de Cambridge, dijo que comprendía las dificultades de los «casos individuales», pero subrayó que incidentes como este llevará a la gente a replantearse si va a querer donar órganos.