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EFE - MOSCÚ La nave Progress M-42 descargó ayer en la MIR provisiones y equipos técnicos que permitirán preparar la estación espacial para su permanencia en órbita sin tripulación a partir del próximo 28 de agosto. El acoplamiento de la nave de carga al muelle del módulo Kvant de la plataforma espacial se produjo a las 17.53 hora GMT y la operación se llevó a cabo sin novedad, informó el Centro de Control Espacial de Vuelo (CCEV).

Fue un acoplamiento «de libro», que despejó del todo los temores suscitados durante la semana pasada sobre el futuro inmediato de la MIR, tras la decisión del Gobierno de Kazajistán de no permitir el lanzamiento de cohetes rusos desde su cosmódromo de Baikonur. Los kazajos vetaron a los rusos después de que el pasado día 5 un cohete Protón-K estallara en pleno vuelo, lo que generó una ronda maratoniana de negociaciones para conseguir la salida al espacio de la Progress M-42, dos días más tarde de lo previsto.

En medio quedaron las advertencias de Moscú sobre una caída incontrolada de la MIR a la Tierra si los suministros no llegaban a tiempo, lo que hizo las delicias de los agoreros milenaristas. Yuri Koptiev, director de la Agencia Espacial Rusia (AER), encendió la alarma el pasado martes 13 cuando aseguró que sin la nave de carga las 140 toneladas de la MIR se habrían perdido en el cosmos o habrían caído a tierra fuera de control.