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AGENCIAS - LONDRES Un informe de la policía británica hecho público ayer, martes, alerta sobre los riesgos de enviar a menores en viajes de estudio al extranjero al revelar más de quinientos casos de maltratos y abusos registrados en los últimos años en el Reino Unido. El estudio, compilado a lo largo de quince meses por el detective Chris Gould, de la policía de Avon y Somerset (suroeste de Inglaterra), está patrocinado por el Gobierno británico y comenzó a elaborarse tras el caso de un niño español de doce años al que se alojó en el domicilio de un pederasta convicto.

El informe indica que en la mayoría de los casos se tratan de maltratos menores o de falta de cuidados y no de abusos sexuales, pero advierte que lo descubierto refleja tan sólo una parte de lo que puede ser una problema más extendido.

«Creemos que se trata de la punta del iceberg y que muchos otros incidentes nunca llegan a conocerse. Ahora estamos tratando de dar a conocer el problema», informó una portavoz.

El informe subraya que la mayoría de los maltratos nunca llegan a salir a la luz, y precisa que de los 550 casos entre niños de siete a 18 años descubiertos en el estudio sólo tres se habían denunciado.

Entre los maltratos que el informe detalla se encuentran casos de niños a los que se proporcionaba una alimentación deficiente o no se les daba de comer en absoluto, o episodios en los que se obligó a dormir a los menores en la bañera, debajo de una cama o incluso en un armario.

«Calculamos que entre cinco y seis millones de niños menores de 18 años salieron fuera de sus países en viajes de estudios el año pasado», indicó Chris Gould. Para la mayoría, agregó, «se trató de una oportunidad educativa fantástica y no tratamos de poner un fin a esas visitas. Pero un pequeño porcentaje de niños sufrirá dificultades que pueden variar desde la falta de cuidados al abuso emocional, físico o incluso sexual».