Francia anunció que acatará la condena por tortura dictada ayer por
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la primera contra un país
de la UE, mientras que los defensores de las libertades
fundamentales aplaudieron con alegría el veredicto.
En su veredicto, el Tribunal ordenó una indemnización de 500.000
francos (unos 12.680.000 pesetas) por perjuicios materiales y
morales, y de 113.364 francos (unos 2.875.000 pesetas) por
gastos.
Ahmed Selmouni, súbdito holandés de origen marroquí, de 57 años,
que cumple actualmente una pena de 13 años por narcotráfico en una
cárcel francesa, es el autor de la denuncia.
Cursó su denuncia en el año 1991 alegando que policías franceses
le torturaron y abusaron sexualmente de él durante su detención
cuando fue objeto de «golpes y heridas» que le causaron pérdida de
la vista en un ojo, y de una «violación perpetrada por dos o más»
personas.
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