Los niños menores de dos años no deberían ver la televisión y los
de edades algo superiores no deberían disponer de aparatos de
televisión en sus habitaciones, según recomienda la Academia
Americana de Pediatría. Por primera vez, esta institución ha
elaborado unas recomendaciones dirigidas a padres y pediatras para
mejorar el uso de la televisión por los niños.
Los autores del informe consideran que los contenidos que
reciben por la pequeña pantalla pueden afectar a la salud mental,
social y física de los espectadores infantiles.
Aunque no hay estadística, los autores basan sus recomendaciones
en el conocimiento de las necesidades del niño a esa temprana edad
y la consideración de que mientras ven la tele no están expuestos a
otros estímulos.
La academia ha comenzado a distribuir entre sus 55.000 miembros
un «historial sobre los medios» en que el que se sugieren preguntas
para sus pequeños pacientes sobre películas, vídeos y juegos de
ordenador, vídeos musicales e Internet.
También han elaborado folletos para orientar a los padres sobre
cómo pueden sus hijos utilizar mejor la televisión y analizar con
ellos los contenidos de algunos programas.
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