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AGENCIAS - FLORIDA (EE UU)
En poco más de cuarenta minutos la defensa y la acusación de Joaquín José Martínez, el español condenado a muerte en Florida expusieron las razones que llevarán al jurado del Tribunal Supremo de este estado a concederle o denegarle un nuevo juicio. Una resolución que se puede hacer pública en un plazo de entre quince días y un año.

Cada parte tuvo veinte minutos para exponer sus argumentaciones y dos más para resumir sus conclusiones, que fueron seguidas en la sala por los familiares de Joaquín José, algunos familiares de las víctimas y numerosa representación española.

Joaquín José Martínez lleva dos años en la prisión de Florida con una condena a muerte por dos asesinatos en primer grado. Sin embargo, él se declara inocente y sus padres, que están protagonizando una auténtica cruzada para que se vuelva a revisar su caso, aseguran que el juicio estuvo lleno de irregularidades.

Peter Raben, abogado del español Joaquín José Martínez, de 27 años, presentó una enérgica defensa y alegó en su descargo las numerosas irregularidades cometidas en el juicio celebrado en 1997 en Tampa, en el estado de Florida, tras el cual se le había condenado a muerte por el asesinato de Douglas Lawson y Sherrie McCoy en 1995.

La fiscal Candance Sabella, en una réplica considerada por un abogado observador e independiente como «muy floja», se opuso a un nuevo juicio al argumentar que no hubo ningún error fundamental en el juicio original de Tampa.

En enero de 1996 Joaquín José fue acusado de asesinar a Douglas Lawson, un reconocido narcotraficante y a Sharie McCoy-Ward, una bailarina de streap-tease. El fue encontrado con tres disparos en el tronco y uno en el cuello y ella con un disparo y veinte cuchilladas en el cuello.

Las pruebas que llevan a la policía hacia Joaquín José fueron una declaración contra él de su ex mujer, Sloane Millian, al enterarse de que se acostaba con otra y un vídeo cuyo sonido apenas es perceptible en el que los micrófonos que la policía introdujo en los pañales de los hijos de la pareja captaron la confesión del crimen.