María Dolores (izq.), madre de los trillizos, junto a los pequeños.

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En la Clínica Quirón de Barcelona nacieron el pasado 3 de noviembre unos trillizos con la singularidad de que son idénticos y que todos se desarrollaron en la misma placenta, aunque cada uno en bolsas amnióticas o de aguas diferentes.

Este es el segundo caso que se da en el mundo tras el registrado en la ciudad de Medline, Francia, en 1995. Los trillizos fueron concebidos a partir de fecundación in vitro con microinyección de esperma.

Aproximadamente a los seis días de vida embrionaria, uno de los embriones se dividió en tres partes y durante la segunda ecografía, al mes y medio de embarazo, se confirmó «que se había producido una clonación natural», según explicó la ginecóloga responsable del Instituto de Reproducción Asistida del Instituto Marqués de la Quirón, Marisa López-Teijón. Por ello, entre los tres niños, que se llaman Josep, Genís y Salvador, genéticamente no hay nada que los distinga y pasarán las mismas enfermedades. Los trillizos, que se encuentran en perfecto estado de salud, nacieron mediante cesárea a las 34 semanas de gestación (siete meses y medio) y pesaron más de dos kilos cada uno de ellos, lo que ha supuesto que no necesitaran ninguna atención especial, salvo permanecer en la incubadora hasta que ganen peso. El 98 por ciento de los trillizos que nacen se parecen entre ellos como con cualquier otro hermano.

Sólo el dos por ciento son idénticos y, además, lo habitual es que se desarrollen en una o dos bolsas de agua. «Lo inhabitual es que cada uno se desarrolle en su propia bolsa», afirmó López-Teijón. Como todos los embarazos múltiples, este fue calificado de alto riesgo, aunque los padres, Dolores Rodríguez, de 37 ,y Genís Gelada, de 40, no se plantearon una reducción embrionaria porque como compartían una misma placenta, se ponía en riesgo la vida de todos embriones. Sin embargo, el hecho de que cada uno se desarrollara en su propia bolsa de agua «mejoró las perspectivas de vida», según López-Teijón.