La Comisión Europea adoptó ayer en Bruselas un libro blanco sobre
la seguridad alimentaria en el que se destaca la creación de una
Autoridad Alimentaria Europea con el fin de garantizar un alto
grado de seguridad alimentaria en la Unión Europea (UE). Esta
autoridad será independiente y estará formada por cientos de
expertos.
Esta agencia se encargará de emitir dictámenes científicos
independientes, la gestión de sistemas de alerta rápida, la
comunicación y el diálogo con los consumidores sobre cuestiones de
seguridad alimentaria y de salud, así como la constitución de redes
con las agencias nacionales y organismos científicos.
Sin embargo, no tendrá ninguna capacidad legislativa ni
sancionadora, algo que para el comisario europeo responsables de
Salud y Protección de los consumidores, David Byrne, «no va a
menoscabar su autoridad ni su eficacia». No obstante, según
explicó, por lo que se refiere a los procedimientos de infracción
«la Comisión decidirá según las recomendaciones que reciba».
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