Arenas y Pimentel asistieron junto a otros líderes políticos y sindicales a El Ejido.

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OTR/PRESS - ALMERÍA Los incidentes ocurridos durante los últimos días en la localidad almeriense de El Ejido provocó una reunión urgente de representantes del Gobierno central, la Junta de Andalucía, ayuntamientos de la zona y sindicatos para estudiar una solución al conflicto. Todos ellos, desde el ministro Pimentel hasta los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, acordaron trabajar de forma conjunta para promover la integración de los extranjeros con medidas ya anunciadas como la creación de vivienda y la educación de los niños.

El ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, anunció que hay que reforzar la imagen de que inmigración no es delincuencia, para lo que hay que garantizar que las personas que llegan a trabajar a España tengan unas condiciones dignas.

«Cuando uno ve un gueto de personas apiñadas sin condiciones y en chabolas inconscientemente se va creando una situación de rechazo», dijo Pimentel. Por ello, las diferentes administraciones del Estado han adoptado el compromiso de crear viviendas y fomentar la educación de los hijos de este colectivo.

La presidenta de Nueva Izquierda, Cristina Almeida, defendió un argumento similar. En su opinión, el racismo se plantea desde la exclusión, que impide que la gente tenga una vivienda digna o un salario digno, lo que hace un gueto.

Sin embargo, el candidato andalucista a la presidencia de la Junta de Andalucía, Pedro Pacheco, criticó la «peregrinación» de los políticos a la zona porque en su opinión la solución no es una cuestión de tres días sino de políticas de integración eficaces. Para Pacheco, las citadas medidas son una limosnita que ofende a cualquiera y pidió la comparecencia de Pimentel y Chaves para que den cuenta de «lo que está pasando con la política de integración».