Nueve países aún mantienen en sus legislaciones la pena de muerte
por actos de homosexualidad, según los datos del tercer informe
anual de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (Ilga),
hecho público ayer en Barcelona.
Estos países son Mauritania, Sudán, Pakistán, Chechenia,
Emiratos Arabes, Yemen, Afganistán, Irán y Arabia Saudí (en estos
tres últimos estados se ha aplicado la pena capital por actos
homosexuales en los últimos años).
Para la nueva secretaria general de la Coordinadora
Gay-Lesbiana, Gemma Sánchez, «es increíble que a las puertas del
siglo XXI aún haya gays, lesbianas, bisexuales y transexuales que
no puedan vivir dignamente, que no puedan trabajar, que aún sean
apaleados hasta morir» y que la represión que todavía existe en
muchos países les obligue a «vivir en la invisibilidad».
El estudio analiza el estado legal de la homosexualidad en el
mundo y revela que los actos de homosexualidad son legales en 88
países e ilegales en otros 88, mientras que en 78 estados la
legislación no menciona la homosexualidad femenina y en 25, la
masculina. Además, «en 11 países no se dispone de datos o no quedan
claros». Mención especial dedican a Estados Unidos donde «la
situación es variada». «La homosexualidad es legal en una mayoría
de 23 estados e ilegal en el resto», puntualiza.
Según el ex secretario general de la ILGA y uno de los
responsables del informe, Jordi Petit, lo más importante del
estudio son los datos referidos a los asesinatos por homofobia.
Según la Ilga, solamente contabilizando el total de casos en Brasil
y México la media es de un asesinato por homofobia en el mundo cada
dos días, estimación que se considera por debajo de la realidad, ya
que existen muertes que no se reportan o se ocultan. Petit explicó
que tanto en Brasil como en México la homosexualidad es legal, pero
existe una «gran violencia social, declaraciones en los medios de
comunicación de tipo homofóbico» por parte de la Iglesia o de las
fuerzas de orden público.
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