EfeOviedo11/05/00 0:00
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El Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2000 fue concedido ayer al escritor y semiólogo italiano Umberto Eco, en reconocimiento a su calidad intelectual y a su «comprometida actitud ética». En el acta del jurado, hecha pública por su presidente, el jurista Manuel Olivencia, se destaca la «calidad intelectual» de Eco en el ámbito de la comunicación y las humanidades, donde sus trabajos, «de universal difusión y profundo influjo, son ya clásicos en el pensamiento contemporáneo». Asimismo, el jurado, que adoptó su decisión por unanimidad, tuvo en cuenta «la doble dimensión» de su trabajo, como destacado semiólogo y analista crítico de los medios de comunicación, y «la comprometida actitud ética de Umberto Eco y su atención permanente a la historia y a las nuevas formas de expresión de la cultura». Junto a Umberto Eco, llegaron a las últimas votaciones del jurado la periodista argelina Salima Ghezali, el Instituto de Prensa Internacional (IPI) y el periodista polaco Adam Michnik.

Estos cuatro finalistas fueron seleccionados entre las 45 candidaturas de 17 países que se habían presentado al Premio, el primero en fallarse de los ocho galardones que anualmente concede la Fundación Príncipe de Asturias.

Tras anunciar el fallo del jurado, Manuel Olivencia aseguró que el galardón concedido a Eco «se adelanta una vez más al Nobel», y expresó su confianza en que el semiólogo, ensayista y novelista italiano obtenga pronto este Premio, «debido a la categoría universal e importancia de su obra».

El semiólogo y doctor en Historia Jorge Lozano, miembro del jurado y que se formó con Eco en la Universidad de Bolonia, mostró su satisfacción por esta elección y aseguró que no conoce «un mejor lector ni más atento a cualquier fenómeno» que Eco, a quien definió como «literato detective».

Umberto Eco es un gran teórico de la semiótica, pero lo que realmente le hizo ser conocido por el gran público fue su novela «El nombre de la rosa».
Nacido en Alessandría (Piamonte, Italia) el 5 de enero de 1932, Eco ya había sido propuesto para el Príncipe de Asturias de las Letras en el 97 y al de Ciencias Sociales en el 99. Es miembro del Foro de Sabios de la Unesco desde 1992.