En la imagen, una de las manifestaciones celebradas ayer en Estados Unidos.

TW
0
EFE"WASHINGTON Decenas de miles de mujeres se concentraron ayer durante horas en Washington para presionar a favor de una legislación «de sentido común» que controle la venta de armas en este país y proteja a sus hijos de la violencia.

En uno de los países más violentos del mundo, mujeres que han perdido a sus hijos por disparos de armas de fuego y otras que temen que esto pueda ocurrir en un futuro se reunieron en la Marcha del Millón de Madres contra las Armas, celebrada en Washington y en otras 70 localidades.

Acompañadas por sus hijos y por algunos maridos, los participantes en las manifestaciones reclamaron al Congreso que apruebe leyes por las que se establezca un registro de los portadores de armas y que sea preciso contar con una licencia para poseer armamento. «Es una legislación de sentido común», resumió en Washington Christinne O´Brien, una de las organizadoras de la Marcha.

Los organizadores esperan que los participantes en la convocatoria, la mayor celebrada nunca en EEUU contra las armas, lleguen en total a centenares de miles.

En Estados Unidos mueren al día por disparos 80 personas, de los que 12 son menores de edad, y existen más de 192 millones de armas de fuego.
Se estima que cada año fallecen en este país más de 30.000 personas por disparos (incluidos suicidios y accidentes) y, según una encuesta que publicó hoy el diario «The Washington Post», uno de cada cuatro estadounidenses ha sido amenazado con un arma. «Este es el país civilizado más violento del mundo, pero podemos hacer algo para cambiarlo porque sabemos que la prevención funciona», dijo ayer el presidente Bill Clinton.

Poco antes de que se iniciara la Marcha, Clinton ofreció una recepción a cerca de mil participantes en la Casa Blanca en la que les dijo que, frente a las «excusas locas» de los partidarios de la venta libre de armas, escudados en «el poder, el dinero y el miedo», ellas tienen la razón de «los hechos».

«No se habla del control de los coches o del derecho constitucional de conducir», apuntó el presidente en referencia a la segunda enmienda de la Constitución en la que se escudan los partidarios de la venta libre de armas. Esa enmienda estipula que «siendo una milicia bien regulada necesaria para la seguridad de un estado libre, no se infringirá el derecho del pueblo a poseer y portar armas».