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El Tribunal Supremo ha establecido que se debe informar verbal y por escrito a los pacientes de los riesgos de una intervención, en una sentencia en la que condena al Insalud a pagar once millones de pesetas a un enfermo por no advertirle de que podía quedar parapléjico, como así ocurrió.

El Supremo notificó ayer una sentencia en la que acepta el recurso presentado por J.M.Q.L., que quedó parapléjico tras ser sometido a una intervención quirúrgica para corregir la «coartación aórtica» que padecía, contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Galicia que le negó una reclamación por consecuencias dañosas de la operación. El Supremo señala que «toda persona tiene derecho a que se le dé en términos comprensibles, a él y a sus familiares o allegados, información completa y continuada, verbal y escrita, sobre su proceso, incluyendo diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento».