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AUSTIN. EFE. Un recluso condenado a muerte ha intentado subastar a través de la red de Internet, y desde el penal donde se encuentra en Texas, cinco entradas para ver su ejecución, cuya fecha todavía no ha sido fijada. Michael Toney, sentenciado a la pena capital por la muerte de tres personas ocurrida cuando supuestamente hizo explotar una bomba en Fort Worth (Texas) en 1985, pretendió vender las entradas haciendo uso ilegalmente del espacio de la casa especializada Ebay de subastas por Internet. El atentado que se atribuye a Toney permaneció en el misterio durante diez años, pero después de un incidente en la cárcel, donde se encontraba cumpliendo condena por otro delito, las sospechas se volvieron en su contra y finalmente fue juzgado en 1999. Toney consiguió publicar en Ebay, el miércoles, una subasta en la que ofrecía cinco entradas para ver su ejecución con un precio de salida de 100 dólares (unas 18 mil pesetas) por cada boleto. La casa de subastas por Internet detectó la acción del recluso cuatro horas después de su realización y la bloqueó. En ese período nadie pujó por las entradas.