Fotos incautadas en una reciente operación contra la pornografía infantil en España.

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La pornografía infantil no es un delito si se practica sin ánimo de lucro, según una sentencia del Tribunal Supremo italiano que legitima el uso privado de fotos pornográficas de menores y que ha levantado una fuerte polémica. La máxima corte ha establecido que el artículo 600 del Código Penal italiano sólo permite la consideración criminal de la pornografía si ésta comporta la explotación económica del material. Los jueces de la sección penal han rechazado el recurso de la fiscal de Biella, Rosella Soffio, contra una sentencia del tribunal de esa ciudad del norte del país que condenaba a Antonio B. por cometer actos sexuales con un niño de 13 años, pero lo exoneraba del delito de pornografía.

Como consecuencia de la decisión de la corte de Biella, el Tribunal de Turín dispuso la sustitución de la prisión cautelar del imputado por el arresto domiciliario, reforzado por la prohibición absoluta de recibir a menores. Propietario de un pequeño negocio, Antonio B. dedicaba parte de su tiempo libre a dar clases de italiano y latín en verano a niños que habían suspendido el curso escolar. Durante las lecciones con el alumno en cuestión, el imputado le tomaba fotografías desnudo y en varias ocasiones le llevó a un hotel a las afueras de la ciudad, con el consentimiento de los padres del menor, hasta que éste contó todo a un asistente social.

La decisión de no considerar delito la pornografía sin finalidad de lucro ha sido confirmada ahora por el Supremo, que no ha aceptado la tesis presentada por la fiscal Soffio, según la cual «el objetivo del legislador debe ser perseguir y castigar un fenómeno en continúa expansión que se aprovecha de los niños por su edad, su limitado desarrollo psíquico y físico y la falta de tutela familiar». «Es inaceptable porque el club de la pornografía infantil se basa en los intercambios solidarios mucho más que en el lucro. Incluso cuando hay compensación económica, es muy difícil de demostrar», asegura Ernesto Caffo, presidente de la más importante organización italiana dedicada a la lucha contra la explotación de menores.