Casi la mitad de los ancianos que viven en residencias y en torno
al 30 por ciento de los que están ingresados en algún hospital
están malnutridos, según se puso de manifiesto ayer en el congreso
de la Sociedad Española de Geriatría.
La peor absorción de los nutrientes, la disminución de la
ingesta, dificultades para tragar y masticar o los problemas de
movilidad son, según explicó el doctor José Antonio Serra, jefe del
servicio de geriatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, las
causa más frecuentes que conducen a esta situación.
También el vivir solo, tener problemas afectivos, dificultades
para moverse, las depresiones y un bajo poder adquisitivo son otros
de los motivos que hacen que los ancianos padezcan problemas de
malnutrición que aumentan la posibilidad de padecer ciertas
enfermedades y que incluso puede provocar la muerte por un mal
funcionamiento del organismo.
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