Nuestro compañero Pedro Prieto entrevistó en la cárcel a Joaquín José en 1998.

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EFE - MIAMI (EE UU) El español Joaquín José Martínez saldrá en los próximos días del corredor de la muerte de una prisión de Florida tras ordenar ayer el Tribunal Supremo de ese estado norteamericano un nuevo juicio. Los jueces del máximo tribunal revocaron la condena a muerte de Martínez y anularon los cargos de asesinato de una pareja en 1995 en Tampa al entender que se cometieron irregularidades y que tuvo una deficiente defensa.

El Supremo había escuchado los argumentos orales el 2 de noviembre, en respuesta a un recurso de la defensa, que alegó que el juicio de 1997 estuvo lleno de irregularidades judiciales y que Martínez no contó con una defensa adecuada. Los miembros del tribunal, entre otras irregularidades, no dieron validez a la transcripción del vídeo presentado por la fiscalía de Tampa donde, según ésta, Martínez reconoce que ha hecho «algo horrible» y que iría al infierno por «haber matado a un amigo».

Martínez fue condenado el 27 de mayo de 1997 a morir en la silla eléctrica por el asesinato del traficante de drogas Douglas Lawson y su novia, la bailarina Sherrie McCoy. Lawson recibió cuatro impactos de bala y ella veintiún puñaladas. Martínez fue condenado a pesar de que en el juicio nunca se presentaron pruebas físicas contra él, ni huellas dactilares ni las armas utilizadas en el doble crimen. El joven español siempre insistió en su inocencia, y en su favor se interesaron el Gobierno español, el diputado por Balears Jaén Palacios y otras instituciones, el Parlamento Europeo y el papa Juan Pablo II, quien pidió clemencia al gobernador de Florida, Jeb Bush.