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Los 58 inmigrantes ilegales chinos hallados muertos en el interior de un camión que llegó al Reino Unido procedente de Bélgica «tuvieron una muerte horrible», asfixiados dentro de un contenedor frigorífico, según los investigadores del caso. Los exámenes preliminares de los cadáveres de los 54 hombres y cuatro mujeres revelaron que todos ellos murieron de un «fallo respiratorio» por falta de oxígeno, atrapados en el interior del contenedor frigorífico del camión, que estaba herméticamente cerrado.

«Esta fue claramente una muerte horrible», dijo el encargado de la investigación, el superintendente de policía Dennis McGookin, quien explicó que las víctimas tenían poco más de 20 años y procedían de Fujian (China). Por el momento se desconoce cómo pudieron llegar los inmigrantes al puerto belga de Zeebrugge, en donde embarcó el camión frigorífico en el que se escondían y que se dirigía al puerto de Dover, al sur de Inglaterra, donde fueron descubiertos por agentes de aduanas durante una inspección rutinaria. Sólo dos hombres consiguieron sobrevivir en esas condiciones y se encuentran hospitalizados, aquejados de un elevado grado de deshidratación y un agudo trauma psicológico, según los investigadores.

Con la ayuda de un interprete, ambos pudieron hacer unas declaraciones sobre su traumático viaje, en las que recordaron los gritos de desesperación y los golpes en la puerta de los que murieron dentro del contenedor frigorífico.

La policía ha pedido la colaboración de las autoridades belgas, holandesas y chinas para esclarecer el caso. En Rotterdam ha sido detenido una persona, que podría ser Arjan Van der Speck, de 24 años, a cuyo nombre está registrado el camión frigorífico.