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La Policía interrogaba ayer a una enfermera británica considerada la principal sospechosa de la muerte de 18 niños entre 1996 y 1999. Los 18 menores "nueve varones y nueve niñas" tenían entre 17 años y ocho semanas. Según el periódico «The Sun», la investigación se centra en la administración de sobredosis de analgésicos a niños con enfermedades en grados terminales. La enfermera "con una vasta experiencia" quedó suspendida de sus funciones cuatro días después de que el ambulatorio en el que trabaja, «South Essex Mental Health and Community Care trust», recibiera una carta de la madre de un niño en la que expresaba «serias dudas» sobre la profesionalidad de la empleada, que «puso en peligro» la curación del menor.