Los infractores de tráfico no reincidentes tendrán un descuento de
un 30 por ciento en el importe de la sanción, según el borrador de
reforma de la Ley de Seguridad Vial, que establece también la
prohibición expresa de utilizar el teléfono móvil mientras se
conduce bajo multa de 25.000 pesetas.
Así lo manifestó en una entrevista el director general de
Tráfico, Carlos Muñoz Repiso, quien señaló que éstas son dos de las
novedades de la nueva la Ley de Seguridad Vial, que a lo largo de
este año se presentará en las Cortes Generales, de tal manera que
el texto pueda entrar en vigor en el 2001.
El borrador está siendo analizado por los diferentes ministerios
implicados, después lo estudiará el Consejo de Estado y más tarde
lo aprobará el Consejo de Ministros para su remisión posterior a
las Cortes.
Los conductores que cometan una infracción por primera vez o que
durante dos años no hayan cometido ninguna podrán ver reducida en
un 30 por ciento la cuantía de la multa, según explicó el director
de Tráfico.
Además, el nuevo texto incluirá de forma expresa la prohibición
de hablar por teléfono móvil mientras se conduce, aunque la actual
legislación ya permite denunciar esta práctica que, según Muñoz
Repiso, puede sancionarse con 25.000 pesetas.
El director general recordó que hablar con el teléfono móvil,
especialmente cuando se recibe la llamada, requiere una atención «a
costa de la necesaria para conducir», por lo que se incrementa el
riesgo de sufrir un accidente.
Muñoz Repiso dijo que en la actualidad no existe un vacío legal
respecto a esta práctica y afirmó que en la Dirección General de
Tráfico (DGT) «las sanciones por conducir hablando con teléfono
móvil prosperan y no son sobreseídas en vía de recurso».
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