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Un viejo pesquero con apenas capacidad para 30 personas embarrancó en la madrugada de ayer en las playas de la región italiana de Calabria bañadas por el mar Jónico con 230 inmigrantes clandestinos a bordo, entre ellos 50 niños, uno al parecer recién nacido.

Estos desembarcos se repiten con asiduidad en el litoral del sureste italiano, dando cuenta de un éxodo desesperado con situaciones dramáticas, como la del bebé kosovar que murió el pasado fin de semana de una insolación después de que sus padres la perdieran tras una accidentada llegada. El pesquero que llegó ayer a las costas calabresas (en la planta de la bota), de nombre «Yallaii Mayallah», transportaba inmigrantes ilegales. Este grupo de personas, entre ellas medio centenar de niños pequeños, uno probablemente nacido durante la travesía, viajó durante seis días en condiciones infrahumanas, en un espacio de 22 por 9 metros.