La alarma ha provocado un descenso en el consumo de vacuno del 15% en España

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Italia decretó ayer una prohibición unilateral, por lo que ya son cuatro, junto con Francia, Reino Unido y Portugal, los Estados que han dado ese paso sin esperar una decisión comunitaria. El Reino Unido y Portugal se vieron obligados hace tiempo a adoptar esa medida tras la fuerte propagación que registró en ambos países el mal de las «vacas locas».

El Parlamento Europeo adoptó una resolución a favor de la prohibición temporal de las harinas cárnicas, cuyo suministro sólo está prohibido para la alimentación de los rumiantes desde 1994.

La CE se ha negado hasta ahora a extender el embargo a la totalidad del ganado, pero ya está empezando a flaquear en su determinación debido a la fuerte presión de la opinión pública.

La denuncia que presentarán hoy las familias de dos víctimas francesas de la variante humana del mal de las «vacas locas», por el «inmovilismo» que han mostrado durante diez años las autoridades británicas, francesas y de la CE, ha añadido más leña al fuego.

El comisario europeo de Protección de los Consumidores, David Byrne, ha admitido que no se descarta la posibilidad de prohibir totalmente el uso de esos alimentos para el ganado. Bruselas deberá convencerse para ello de la incapacidad de los Estados miembros para controlar la utilización ilícita de las harinas cárnicas (autorizadas para cerdos, aves y peces) en la alimentación de los rumiantes.

Byrne anunció la próxima visita de inspectores comunitarios a los Quince Estados miembros para comprobar si han puesto en marcha los controles nacionales adecuados.