El Ministerio de Agricultura (MAPA) confirmó ayer que las reses
sospechosas detectadas en Martiherrero (Avila) y Argujillo
(Zamora), ambas de raza frisona, padecían el mal de las vacas
locas, mientras que el animal detectado en Cantabria, ha dado
negativo.
La res procedente de Avila pertenece a una explotación de 37
animales y tenía cuatro años y medio cuando fue sacrificada,
mientras que la de Zamora, de seis años, perteneciente a una granja
de 86 unidades, murió en la propia explotación.
Con estos son ya nueve los casos confirmados en España afectados
por la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) desde que el 23 de
noviembre de 2000 apareciera el primer caso en la localidad lucense
de Carballedo. El PSOE e IU pidieron ayer al Gobierno que
investigue la situación en España de la variante humana de la
encefalopatía espongiforme bovina (EEB).
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