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AGENCIAS - SARAJEVO Los supervivientes del genocidio de 1994 en Ruanda y de la masacre de hombres y niños musulmanes un año después en Bosnia criticaron ayer la decisión del Comité Nobel. Ambos grupos culpan a Naciones Unidas y a su secretario, Kofi Annan, de no haber evitado la muerte de sus parientes y vecinos.

Annan encabezaba las operaciones del cuerpo de paz de la ONU cuando alrededor de 800.000 personas, principalmente de la minoría tutsi, fueron masacradas por extremistas de la etnia hutu en Ruanda y asesinados hasta 8.000 hombres y niños musulmanes por los serbios de Bosnia. «Annan tuvo una gran responsabilidad en el genocidio de Ruanda. Es una lástima, no debió haber recibido ese premio», afirma Antoine Mugesera, presidente de la asociación Ibuka de supervivientes del genocidio. Por su parte, los supervivientes de Srebrenica, «horrorizados por la decisión del Comité», trataron el año pasado de demandar a la ONU y a varios de sus funcionarios, entre ellos Annan, por su presunta responsabilidad en la masacre cometida por fuerzas serbo-bosnias.

También Elena Bonner, viuda del Nobel de la Paz Andrei Sajarov, declaró que, en la situación actual, no habría que conceder el Nobel de la Paz a nadie. El galardón «se ha politizado mucho y se atribuye por otras cosas y no por logros reales», dijo.