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EFE. Londres Lord Hailsham, uno de los grandes hombres de Estado del Reino Unido, el mismo que dijo que lo más importante para un conservador no es la lucha política sino la caza del zorro, murió hoy a los 94 años en su casa de Londres.

Quintin McGarel Hogg, más conocido como Lord Hailsham, tuvo una dilatada carrera política y llegó a ser Lord Chancellor, la máxima autoridad judicial en el Reino Unido. Considerado una de las grandes figuras de la era contemporánea, Lord Hailsham era, hasta ayer, uno de los pocos sobrevivientes de los gabinetes de guerra que presidió Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial.

El político fallecido fue primer lord del Almirantazgo durante la crisis de Suez; fue presidente de su partido y formó parte de los gobiernos de hasta seis primeros ministros conservadores durante las pasadas cuatro décadas. Lord Hailsham de Saint Marylebone era un hombre de gran inteligencia, gran orador, ocurrente, muy agudo y con un admirable sentido del humor. De buena familia, académico, poeta, siempre un poco extravagante, una vez dijo que le encantaba decir «cojones» delante de los obispos.

Brillantísimo presidente de los tories bajo el Gobierno de Harold Macmillan durante los años finales de la década de los cincuenta, Hailsham se convirtió en el alma del partido y llegó a ser más popular que el propio primer ministro. Estuvo a punto de ser jefe del Gobierno cuando cayó Macmillan, pero al final éste optó por recomendar a la reina al discreto Alec Douglas-Home. Aunque muy afectado por haber perdido la posibilidad de ser primer ministro, Hailsham continuó en el Gobierno muchos años hasta que, en 1970, fue nombrado Lord Chancellor en el Gabinete de Edward Heath. Margaret Thatcher también lo tuvo a su lado muchos años.