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Los resultados preliminares del estudio epidemiológico encargado por el Ministerio de Sanidad revelan que existe una «clara asociación» entre el uso de dializadores modelo Althane A-18, fabricados por la multinacional norteamericana Baxter, y la «muerte súbita», en el pasado mes de agosto, de once pacientes renales a las pocas horas someterse a una sesión de hemodiálisis en distintos hospitales de Madrid, Valencia y Barcelona.

Esta versión contradice a las conclusiones esgrimidas por la propia empresa. Todo apunta a que el lote inmovilizado de estos dializadores, el 2001-FO5P, es el factor más probable de los fallecimientos.

El estudio está elaborado por un grupo de expertos del Instituto de Salud Carlos III, uno de los responsables, el doctor Fernando García López, nefrólogo y epimológico del Hospital Puerta de Hierro, explicó que no es el modelo general del producto el factor más probable de los fallecimientos sino el lote inmovilizado de estos dializadores, el 2001-FO5P, una vez determinado que «ningún otro elemento» del proceso de hemodiálisis, como el agua o la medicación recibida por los pacientes, «parece estar implicado».

De momento, según García, se ha comprobado que filtros de este lote fueron utilizados en cinco de los fallecidos, desconociéndose todavía si se usó con los seis restantes. Además, explicó que con los resultados de varios estudios químicos y biológicos, todavía pendientes de conocer, se podrá saber cuáles son los componentes concretos de los dializadores que «hayan podido desprenderse» de los mismos en el proceso de hemodiálisis, pasando a la sangre de los pacientes y causándoles la muerte a los enfermos renales.