La enfermedad de Dolly ha causado decepción entre los científicos.

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AGENCIAS-LONDRES Dolly, la oveja clonada más famosa del mundo, tiene artritis, y habrá que determinar si se deriva del mismo proceso de clonación, admitió ayer uno de los científicos del Instituto Roslin que participó en el experimento. El profesor Ian Wilmut, miembro del equipo del citado instituto, con sede en Edimburgo (Escocia), declaró a la cadena británica BBC que hay que estudiar el problema y establecer las posibles consecuencias de la clonación en la salud de los animales.

Dolly tiene artritis en la pata izquierda trasera y responde bien al tratamiento con antiinflamatorios, agregó Wilmut, quien explicó que los científicos vigilan la evolución del animal y ahora tendrán que determinar si su mal tiene o no relación con la clonación. «Estamos decepcionados y tendremos que seguirla de cerca. Observaremos cómo evoluciona. Por lo demás, está perfectamente y ha parido seis corderitos sanos», concretó el científico, quien cree que es importante profundizar en el estudio del proceso de clonación.

«El hecho de que Dolly tenga artritis siendo joven hace pensar que puede haber problemas. No lo sabemos», agregó. Según los expertos, no es normal que una oveja de cinco años y medio, como Dolly, desarrolle ese tipo de inflamación articular. La noticia se conoce después de que la empresa PPL Therapeutics, que intervino en la clonación de Dolly, anunciara que han producido en sus instalaciones en Virginia (EE UU) cinco cerditos modificados genéticamente para proporcionar órganos a seres humanos.

El nacimiento de esos cerditos, «Noel», «Angel», «Star», «Joy» y «Mary», marca un hito histórico en el desarrollo de animales para el trasplante de órganos en humanos. La noticia de la enfermedad constituye un revés para los que alegan que la clonación puede llegar a ser una tecnología médica efectiva y lucrativa, pero estimuló a los activistas a favor de los derechos de los animales.