Las mujeres son las mayores víctimas de las guerras junto a los niños.

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AGENCIAS-NUEVA YORK Según un comunicado de la ONG, las mujeres siguen sufriendo castigos corporales y humillaciones, que llegan incluso a la muerte «ejecutada de las maneras más brutales imaginables». Igualmente, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con ocasión del Día Internacional de la Mujer informó ayer que cada minuto, una mujer muere en el mundo durante el embarazo o en el parto. «Es inaceptable que en 2002 tantas mujeres mueran durante el acto fundamental de dar a luz», estimó la directora de Unicef, Carol Bellamy. «Debemos comprometernos a revertir esta desigualdad fundamental entre los sexos y cuidar la salud de las madres potenciales», estimó.

Bellamy subrayó en un comunicado que unas 515.000 mujeres mueren cada año durante el embarazo o en el momento de dar a luz, principalmente en los países en desarrollo. La probabilidad de morir dando a luz en esos países es de una muerte cada 13 partos, contra una muerte cada 4.100 partos en los países desarrollados, según la Unicef.

Por otra parte, un 55% de los partos en el mundo se realizan sin la asistencia de una persona calificada. «No se ha constatado ninguna reducción significativa de la tasa de mortalidad materna desde el comienzo de los años 90 y eso es una tragedia», añadió. Como cada año, reivindicaciones, homenajes y manifestaciones marcaron ayer en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, que en esta ocasión tuvo como eje la vulnerabilidad de las mujeres en los conflictos y la situación en Afganistán.

Las mujeres y los niños representan cerca del 75 por ciento de las poblaciones de refugiados generadas por los conflictos, tanto internos como internacionales, que sufre el mundo, según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el que se recuerda, por ejemplo, que entre 20.000 y 50.000 mujeres fueron violadas durante la guerra de Bosnia que entre 250.000 y 500.000 mujeres y niñas (algunas de cinco años) fueron sometidas a torturas, abusos físicos en Ruanda. Como no podía ser menos, las mujeres afganas adquieren un protagonismo muy particular, después de años de que su 'burka' las convirtiese en un triste paradigma de la discrimación de la mujer en el mundo.