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EFE-GINEBRA La alta comisaria de los derechos humanos, Mary Robinson, anunció en la jornada de ayer en Ginebra que abandonará próximamente su cargo, en lo que organizaciones humanitarias interpretan como una reacción a las presiones recibidas sobre todo del Gobierno de Estados Unidos.

«Será la última vez que me dirija a la Comisión como alta comisaria», señaló Robinson con voz grave y rotundo en su discurso inaugural de la 58 sesión de la Comisión de Derechos Humanos, en el que advirtió del peligro de que se socaven los derechos humanos en la lucha antiterrorista.

Robinson había destacado últimamente por sus críticas públicas tanto a los gravísimos atropellos de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados por Israel como a los cometidos en nombre de la lucha antiterrorista tras los atentados del 11 de septiembre en diferentes puntos de Estados Unidos.

«Sé que a veces mis palabras pueden haber resultado incómodas, pero siempre ha resonado en mi oído el consejo que me dio el secretario general de la ONU (Kofi Annan) cuando me nombró alta comisaria: «Siga siendo una persona independiente dentro de las Naciones Unidas».