Los Oscar a los intérpretes negros Denzel Washington y Halle Bery,
como mejor actor y actriz, respectivamente, marcaron hoy un hito en
la historia de los mayores galardones del cine, al ocurrir por
primera vez en sus 74 ediciones.
Esta fue la primera estatuilla para una actriz negra en un papel
protagonista y, en el caso de Washington, su trabajo en «Día de
entrenamiento» supone la segunda estatuilla en la historia para un
actor negro en un papel principal.
«Es algo mucho más personal que todo eso. Mucho hablar de razas
pero lo que es, es un premio muy personal», afirmó Washington,
quien en su carrera ha aspirado a cinco estatuillas y ya había
ganado una como mejor actor secundario por «Glory». Berry no pudo
ser tan precisa en sus declaraciones, aún sobresaltada por la
emoción, la alegría y el peso de la estatuilla conseguida gracias a
su trabajo por «Monster's Ball». «Es una noche que nunca creí
posible», declaró aún emocionada y deseosa de que su victoria sea
un recordatorio a otras mujeres negras que estuvieron delante de
ella, abriendo camino en Hollywood para las minorías.
La victoria de estos actores eclipsó al resto de los ganadores
en esta 74 edición de los Oscar, en la que «Una mente maravillosa»
se alzó con el premio a la mejor película, mejor director para Ron
Howard, mejor actriz secundaria para Jennifer Connelly y mejor
guión para Akiva Goldman. La película logró esos cuatro premios
principales pese a toda una «guerra sucia» desatada en su contra
por un supuesto alejamiento de la realidad en la vida de John Nash,
Premio Nobel de Economía.
El mismo número de Oscar los recibió la película que tenía el
mayor número de candidaturas, «El señor de los anillos» (trece),
pero su importancia fue mucho menor, pues sumó los premios a la
mejor fotografía, mejor banda sonora, mejor maquillaje y mejores
efectos especiales.
El Oscar al mejor actor secundario recayó, sorprendentemente, en
el británico Jim Broadbent por «Iris», cuando se esperaba que el
mago Gandalf en «El señor de los anillos», interpretado por Ian
McKellen, se hiciese con ese premio.
Otras dos películas, el musical «Moulin Rouge» y «Black Hawk
derribado», ganaron dos Oscar, aunque la primera de ellas no pudo
ver a su protagonista, Nicole Kidman, lograr el premio a la mejor
interpretación femenina en el año en que su carrera ha explotado
definitivamente. «Moulin Rouge» ganó los premios al mejor vestuario
y mejor dirección artística, mientras que «Black Hawk derribado»,
dirigida por el británico Ridley Scott, se hizo con los Oscar al
mejor montaje y al mejor sonido.
«En tierra de nadie» consiguió el primer Oscar para la
cinematografía bosnia, superando a la francesa «Amelie» y a la
argentina «El hijo de la novia»; y el compositor Randy Newman
rompió una racha de 15 intentos para lograr, en su decimosexta
candidatura, el Oscar a la mejor canción por «Monstruos S.A.»
«Shrek», por su parte, consiguió el primer Oscar a un filme de
animación.
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