El duque de Lugo dejó el hospital a las 9 de la noche acompañado de su esposa.

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Don Jaime de Marichalar, duque de Lugo, fue dado de alta ayer por la noche por los médicos del hospital madrileño Gregorio Marañón, centro del que salió a pie y acompañado por su esposa la infanta doña Elena aproximadamente a las 9 de la noche, tras la «crisis aislada» que sufrió en la noche del sábado cuando volaba a París, dolencia consecuencia de la isquemia cerebral que el yerno del Rey padeció el pasado mes de diciembre.

El esposo de la hija mayor de los Reyes ingresó sobre las 22.00 horas de la noche del sábado en el madrileño Hospital Gregorio Marañón tras sufrir un desvanecimiento, cuando viajaba hacia París en un vuelo regular de Iberia, para acudir con la infanta Elena a la final del torneo de tenis Roland Garros, que enfrentó a los tenistas españoles Juan Carlos Ferrero y Albert Costa. El duque de Lugo se sintió indispuesto durante el vuelo y el piloto del avión decidió regresar a la capital de España.

Tras realizar distintas pruebas, el equipo médico del centro hospitalario diagnosticó que el duque de Lugo sufrió «una crisis aislada relacionada con la isquemia cerebral que padeció en diciembre y que paralizó el lado izquierdo de su cuerpo, aunque, según los médicos, en esta ocasión no se ha vuelto a registrar un infarto».

Tras recuperarse de la mencionada crisis, Jaime de Marichalar, permaneció durante todo el día de ayer, estable y en observación en una habitación de planta del hospital. El equipo médico que atendió al duque de Lugo explicó que el yerno del Rey debía de permanecer 48 horas en observación, periodo que al final no se cumplió al considerar el jefe del servicio de Ictus, Antonio Gil y el jefe de los Servicios Médicos de la Casa del Rey, José Avelino Barros, suficiente este tiempo de observación en el que permaneció ingresado. Los médicos no hicieron público el parte sobre el estado del paciente, al considerar que «la situación no lo requería».