Un grupo de manifestantes provocó una serie de altercados en Manila.

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La lucha internacional contra el terrorismo, iniciada tras los ataques del 11 de septiembre, puede debilitar las instituciones globales, socavar los derechos humanos y exacerbar la fragmentación económica y social a nivel mundial, alerta el Informe de Desarrollo Humano 2002. Los expertos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que han elaborado el documento señalan que tras los atentados se produjeron signos alentadores que apuntaban hacia una unidad global para afrontar los desafíos de los Gobiernos tanto a nivel nacional como internacional.

Pero también hay igualmente una fuerte posibilidad de que los ataques y sus consecuencias debiliten las instituciones globales, socavando los derechos humanos y exacerbando la fragmentación económica y social. Por ello, «la necesidad de actuar es clara», señala el informe, que aboga por actuaciones que fomenten la democracia, avancen el desarrollo y extiendan las libertades humanas en el mundo.

Los expertos ponen además en duda la propaganda que apunta a que los regímenes autoritarios son mejores para la estabilidad política y el crecimiento económico. En otro orden, el informe presentado España mantiene, por tercer año consecutivo, el vigésimo primer lugar en el Indice de Desarrollo Humano (IDH), según la clasificación anual elaborada por PNUD, que en esta ocasión ha analizado 173 países. El IDH mide los logros de un país referidos a longevidad, cultura y nivel de vida, pero en el informe se incluyen otros datos, como el nivel de pobreza o la desigualdad entre hombres y mujeres.

Por otra parte, las desigualdades entre ricos y pobres en todo el mundo han alcanzado un nivel «grotesco», subraya el informe anual del PNUD y precisa que la tendencia de las últimas décadas es «ambigua». Esa constatación pesimista está motivada sobre todo por la situación en algunos países del Àfrica subsahariana, donde el poder adquisitivo es en la actualidad menos de una cuadragésima parte de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El informe del PNUD destaca las enormes disparidades entre ricos y pobres y subraya, como ejemplo, que los ingresos de 25 millones de estadounidenses equivalen a los de 2.000 millones de personas, un tercio de la población mundial.

También se señala, entre otros temas, que el desarrollo humano de las mujeres sigue siendo mucho menor que el de los hombres, retraso que se da en todas las áreas, desde educación hasta salarios o participación política y en todos los países, ya sean ricos o pobres. El Informe de Desarrollo Humano 2002, muestra enormes diferencias existentes entre los logros alcanzados por ambos sexos en todas las regiones del mundo, sin excepción. La diferencia de ingresos es una de las más importantes, con niveles de salarios para las mujeres que en algunos casos son cinco veces inferiores a los de hombres, como es el caso de los Emiratos Àrabes Unidos.