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EFE-DURHAM

Las últimas pruebas que se le han realizado a Jesica Santillán, la joven mexicana que fue víctima de un error médico y recibió el jueves un segundo trasplante de corazón y pulmones, indican que su cerebro no registra actividad alguna.

A pesar de que el hospital de la Universidad Duke, en Carolina del Norte, donde está internada, no ha declarado hasta el momento de manera oficial la «muerte cerebral» de la joven de 17 años, todo apunta a que el equipo médico y sus familiares tendrán que tomar hoy alguna decisión sobre su futuro.

El portavoz del centro médico, Richard Puff, dijo que el último electroencefalograma que se le practicó a la paciente la noche del viernes indica claramente que no hay actividad cerebral y que no llega sangre a su cerebro.

El cuadro médico de Jesica ha ido empeorando desde que el pasado 7 de febrero se le practicó un trasplante de corazón y pulmones de un donante cuyo grupo sanguíneo era incompatible con el suyo.