Las parejas deberán acudir al juzgado para poner fin a su relación.

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El Gobierno británico ha puesto en marcha una auténtica revolución social, al anunciar ayer un plan para conceder a las parejas homosexuales que se inscriban en un nuevo registro los mismos derechos que al matrimonio.

Las parejas de gays y lesbianas que deseen formalizar su relación amorosa para que sea reconocida legalmente deberán inscribirse en el Registro de Parejas Civiles, que conlleva una serie de derechos y responsabilidades.

«Miles de personas tienen relaciones estables con gente del mismo sexo. Se trata de parejas normales, comprometidas en cada aspecto de su vida en común y, sin embargo, sus relaciones son invisibles a los ojos de la ley», señaló Jacqui Smith, subsecretaria de Estado para Mujeres e Igualdad, en la presentación.

Ante este panorama, el Ejecutivo ha decidido introducir cambios para otorgar estatus civil a dichas parejas, con el fin de que, por ejemplo, puedan cobrar las pensiones de viudedad y estar exentos de los impuestos sobre la herencia.

El acto de inscripción se hará en los ayuntamientos, ante un responsable político y dos testigos, y, para deshacer la relación, la pareja deberá acudir al juzgado.

El plan gubernamental, que afecta a Inglaterra y Gales, ha causado polémica no sólo en sectores de la Iglesia cristiana, sino también entre las organizaciones que defienden el reconocimiento de las parejas de hecho heterosexuales.

Los eclesiásticos critican que se iguale el estatus de una unión homosexual al matrimonio, mientras que activistas para los derechos humanos opinan que la ley debería extenderse a todo tipo de parejas no casadas.