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La decisión de una guardería italiana de prohibir trabajar a una profesora marroquí a causa del velo islámico ha suscitado una agria polémica en el país, y ha llevado al ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, a intervenir para solicitar su admisión.

Fatima Mouyache, de 40 años, debía haber comenzado a trabajar en un centro infantil de Samone (noroeste) el pasado lunes, como parte de un curso de formación como educadora que incluía 500 horas de trabajo práctico.

Sin embargo, al conocer a la mujer, los responsables de la guardería se negaron a admitirla, al considerar el velo islámico como un símbolo religioso que podía confundir a los niños.

La decisión ha levantado gran controversia en Italia, y el propio ministro del Interior ha instado a los directivos de la guardería a «que se den cuenta del error que han cometido y le pongan remedio».

«El velo islámico llevado de una manera digna y sin ostentación es un símbolo inofensivo de una identidad cultural y religiosa que merece todo nuestro respeto», señaló Pisanu.