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No se escatiman medidas de control para que el próximo sábado 22 de mayo la Boda Real del Príncipe Felipe con Letizia Ortiz se desarrolle sin contratiempos. Desde este fin de semana ha quedado suspendido temporalmente hasta el próximo día 24 el tratado Schegen, que permite la libertad de circulación de personas. La Policía vigila en todas las carreteras españolas cuidadosamente el paso de vehículos, pero no pudo evitar que durante toda la jornada se produjeran importantes aglomeraciones en el paso fronterizo de Girona. En sus últimos actos como prometidos, Don Felipe y su novia acudirán mañana a un almuerzo que les ofrecerá el nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que tendrá lugar en el Palacio de la Moncloa a las 14 horas.

En el paso fronterizo de La Jonquera (Gerona) y sobre todo en el lado francés, fue donde se registraron las mayores retenciones de vehículos durante todo el sábado. El paso de coches por la plataforma de yuxtaposición de la autopista AP-7 desencadenó grandes aglomeraciones de vehículos durante toda la jornada. Estas retenciones se produjeron por la petición aleatoria de la documentación que se realiza en el paso fronterizo a los viajeros para un mejor control de las fronteras ante el inminente enlace.

Esta excepción de libertad de circulación, que no se limita sólo a la autopista en La Jonquera, ha sido aplicada en otras ocasiones, por ejemplo en la cumbre de la OTAN del año pasado. Los controles también se realizaron en la A-2, antigua N-II, y el resto de conexiones con Francia. Asimismo la vigilancia se incrementó en la estación de Renfe de Porbou.