El primer cónclave del siglo XXI

JUAN LARA-ROMA
Ciento quince cardenales procedentes de 52 países se encerrarán a partir de hoy para elegir al 265 Papa de la historia de la Iglesia, en el primer cónclave del tercer milenio que comienza sin un candidato favorito Los cardenales se encerrarán en la Capilla Sixtina, lugar de la elección, a la que Juan Pablo II llamó «santuario de la teología del cuerpo humano», a las 14.30, y tras el juramento de mantener el secreto de todo lo que se diga o haga allí y de defender fervientemente los derechos espirituales y temporales de la Iglesia en caso de salir elegido comenzará el cónclave. De momento se desconoce si ya hoy por la tarde votarán los cardenales y se producirá la primera «fumata», el humo que anuncia al mundo si hay o no Papa. Si hay Pontífice es blanco y en caso contrario negro. La eventual primera votación la decidirán los propios cardenales teniendo en cuenta los tiempos establecidos. Y es que además de los 115 juramentos, los cánticos de las letanías y del «Veni Creator Spiritus», himno de invocación al Espíritu Santo, también está prevista una meditación por parte del anciano cardenal Tomas Spildlik, sobre los problemas de la Iglesia y la elección del Papa.

Si tras esos tres días ninguno ha alcanzado los 77 votos, se procederá a una jornada de reflexión y plegarias en la que no se votará. Después se reanudarán las votaciones por otros siete eventuales escrutinios. Si tampoco ha salido Papa se procederá a una nueva jornada de reflexión. Después se procederá a otros eventuales siete escrutinios. Si sigue sin haber fumata blanca habrá otra pausa de reflexión y otros siete escrutinios. Tras esas votaciones el nuevo Pontífice se elegirá entre los dos más votados, pero siempre deberá lograr la mayoría absoluta.