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FRANCE PRESS-ROMA
Benedicto XVI podría anunciar avances en la Iglesia antes de lo que sus críticos imaginan, ya que antes de llegar a Papa preparó cuatro documentos, considerados «bombas teológico-doctrinales», que prevén, entre otros, la reintegración de los divorciados en la Iglesia. Ayer, el 'ministro de Justicia' del Vaticano, el cardenal español Julián Herranz, admitió al diario italiano 'La Repubblica' que la Iglesia va a discutir el derecho de comunión para los divorciados.

«El problema de los católicos divorciados y casados en segundas nupcias es un asunto sensible sobre el que la Iglesia debe hacerse preguntas y conversar», admitió el cardenal español, miembro reconocido de la poderosa prelatura conservadora católica Opus Dei. Herranz, que es presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y de la Comisión Disciplinar de la Curia Romana desde 1999, reconoció que existen varios documentos al respecto preparados por el cardenal Joseph Ratzinger cuando era responsable de la Congregación de la doctrina de la fe.

Con estos gestos, la Curia dejará claro que el cardenal alemán, caracterizado por su pureza doctrinaria, y el nuevo Papa no tienen por qué seguir el mismo camino. Además, ante el creciente número de divorcios en la sociedad, esta cuestión es sin duda una de las más urgentes a las que la Iglesia debe dar respuesta.

Con esta posible apertura, Benedicto XVI se convertiría en un Papa innovador y colmaría las esperanzas de miles de católicos en todo el mundo que se han visto excluidos de la Iglesia por un simple fracaso matrimonial.