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Cada año adicional de escolarización femenina reduce en dos puntos la probabilidad de muerte infantil, pero todavía 58 millones de niñas en el mundo se ven privadas de la enseñanza primaria, según el último estudio de Save The Children.

Como subrayó el presidente de Save de Children, José Miguel Contreras, la educación es la mejor arma para luchar contra la desigualdad y el subdesarrollo, porque «las niñas de hoy son las madres de mañana».

La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, y la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, participaron ayer en la presentación del informe «Estado mundial de las madres 2005», dedicado este año a la educación de las niñas, y que revela el fracaso de los Objetivos del Milenio de la ONU.

En todo el mundo, unos 103 millones de niños en edad de enseñanza primaria no van a la escuela (el 56% niñas) y dos terceras partes de los adultos analfabetos son mujeres, aunque el informe también muestra los importantes logros en escolarización femenina alcanzados en Bolivia, Kenia, Camerún o Bangladesh.

Una mujer con siete o más años de educación escolar se casa cinco años más tarde que mujeres con menos o ninguna educación y tiene entre dos y cuatro hijos menos.

Si en un clásico país en desarrollo, con una población de 20 millones y una tasa de mortalidad infantil de 150 por cada 1.000 niños, se da un año más de formación escolar a las niñas, se podría salvar la vida de 60.000 niños.

Las tres cuartas partes de los niños sin escolarizar están en el Africa Subsahariana y en el Sudeste asiático, y en el conjunto de países en desarrollo, un 85% de los niños y sólo un 76% de las niñas que comienzan la enseñanza primaria la terminan.

Los últimos puestos en cuanto a progresos en escolarización femenina están ocupados por Ruanda, Irak, Malawi y Eritrea, y si bien la pobreza y la discriminación son importantes barreras, se constata también que los avances no siempre están ligados a la economía. Kenia, con una renta per cápita de 1.020 dólares, supera las expectativas de educación de las niñas, mientras que Arabia Saudí, con 12.650 dólares, queda muy por debajo.