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El comisario europeo de Sanidad, Markos Kyprianou, aconsejó ayer, jueves, a los países comunitarios vacunar al máximo de población posible contra la gripe común, ya que es la «primera medida» que evitará una pandemia a causa de la gripe aviar.

El comisario instó a esta vacunación y a que los Estados comunitarios hagan acopio de medicinas antivíricas, como actuaciones preventivas ante el avance de la enfermedad, tras confirmarse su existencia en Rumanía, así como un virus altamente peligroso H5N1 de la gripe de las aves en Turquía.

Asimismo, Bruselas sugiere a las personas que viajen a estos dos países o a otros estados en los que se ha registrado la infección, que extremen las precauciones y que eviten el contacto con granjas y con aves silvestre.

El comisario recomendó seguir los dictámenes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la necesidad de vacunar contra la gripe común y recordó que en estos momentos no existe una vacunación contra la gripe aviar en humanos.

«No hay ese tipo de vacuna porque el virus no existe», señaló Kyprianou, pues la amenaza de la enfermedad radica en que se produzca una «mutación» y que se propague de humanos a humanos. Puede ser un virus de una cepa completamente nueva frente al cual no tengamos anticuerpos o medicinas y vacunas. Esa es la preocupación». (La gripe avícola actual no se contagia así y sólo afecta a las personas si están en contacto con los animales).

La proximidad geográfica de la gripe aviar, por encontrarse ya en dos países limítrofes con la UE (Turquía y Rumanía), mantiene en vilo a la Comisión, que alerta a los países comunitarios para que «estén preparados» ante una eventual pandemia.

Además, Bruselas acelerará las discusiones con las industrias para asegurar el abastecimiento de vacunas y de medicamentos. Kyprianou calculó que podría haber una nueva vacunación en 6 u 8 meses.