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EFE-OVIEDO
El príncipe Felipe apeló ayer a la defensa de la Constitución como el marco más adecuado para afrontar el futuro de forma «unida, solidaria y respetuosa» con la riqueza de la «pluralidad y diversidad territorial» y aseguró estar «firmemente comprometido con ese proyecto de convivencia al servicio de España». Estas palabras del Príncipe, durante su intervención en el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, que este año cumplen su XXV aniversario, fueron recibidas con una prolongada ovación del público que llenaba el Teatro Campoamor de Oviedo. En presencia de la Reina reafirmó su compromiso con los valores e ideas en que se asienta la democracia y la Monarquía parlamentaria.

El Príncipe reconoció también la labor desarrollada por su padre, Don Juan Carlos, desde que fuese proclamado Rey hace ahora 30 años, y a subrayar los logros alcanzados por la sociedad española en esta etapa.

Afirmó que estos años han transcurrido «bajo la inspiración, la guía y el amparo» de la Constitución -«una extraordinaria obra política y jurídica edificada con ejemplar responsabilidad, profundo sentido de Estado y una amplísima generosidad»-, y aseguró que la «voluntad tan firme de construir una España mejor, la España de todos y para todos, hizo posible una histórica reconciliación».

No obstante, advirtió de que «nada de esto hubiera sido posible sin la vigencia y el respeto a la Constitución y a sus valores» por lo que, a su juicio, «preservar y acrecentar ese inmenso e irrenunciable patrimonio constituye una responsabilidad histórica de las generaciones actuales y venideras».

«Creo que es particularmente oportuno rendir un tributo de reconocimiento y gratitud a Su Majestad el Rey, al que junto a tantos españoles de muy diversas generaciones, debemos la construcción de la España democrática de nuestros días», afirmó el Príncipe.

Don Felipe tuvo un «recuerdo emocionado» para quienes «cayeron víctimas de la barbarie y sinrazón terrorista o que sufren sus persistentes amenazas y extorsiones», y con los que, subrayó, hay que mostrarse «profundamente solidarios».