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El catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y ex presidente del Consell Consultiu, Joan Oliver Araujo, se mostró escéptico sobre una inminente reforma de la Constitución tras el nacimiento de la hija de los príncipes de Asturias, ya que considera que, en el mejor de los casos, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sometería esa reforma a la decisión del Parlamento «al final de la legislatura, es decir, hasta dentro de dos años y medio», dijo. «Para la monarquía no es una buena noticia que haya nacido una niña», subrayó Oliver Araujo, haciendo especial hincapié en los problemas que planteará una reforma de la Constitución y el pertinente referéndum. «Me atrevo a pronosticar que si se produce un referéndum popular habrá más 'noes' para la institución monárquica que para la igualación de sexos en la línea sucesoria a la Corona», indicó.

El catedrático de la UIB citó el artículo 57.1 del Título II de la Carta Magna, que señala: «La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos»..

La infanta Leonor, nacida la madrugada del lunes en Madrid es el séptimo nieto de los reyes de España, Juan Carlos y Doña Sofía y es la segunda en la línea de sucesión al trono detrás de su padre, Felipe de Borbón.

La pequeña podrá llegar a ser reina, es decir ser jefa del Estado español, si es hija única o si sólo tiene hermanas, pero si tuviera un hermano sería necesario cambiar el artículo 57.1 de la Constitución española.