Salam y Puput son dos niños indonesios que trabajan en la calle.

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Ayer se celebró el Día Universal del Niño y Manos Unidas recordó que 90 millones de niños pasan hambre, 400 millones no concumen agua potable y 300 millones no tienen acceso a la información -TV, radio, y prensa-. Según los datos de la organización, 640 millones carecen de una vivienda adecuada y unos 500 millones no disponen de los servicios mínimos de higiene. Alrededor de 270 millones de niños carecen de servicios de atención de salud y 140 millones nunca ha estado en una escuela.

Pero Cristian no es el único, los 142 niños que viven en este pueblo peruano trabajan, gran parte de ellos sacando la arcilla de los pozos que rodean el pueblo y que normalmente son verdaderos focos de infección.

Cristian es un niño peruano de 10 años de edad que todos los días, después de ir a la escuela, acude a las fábricas que hay junto a su pueblo, Piñipampa, para trabajar como alfarero fabricando ladrillos hasta la noche para llevar un sobresueldo a su casa.

De hecho, muchos tienen ya la piel destrozada por los microbios o los pulmones afectados por el humo que inhalan al quemar las tejas. El caso de Cristian y los niños de Piñipampa es tan sólo uno más de la gran cantidad que aún persisten en las zonas menos desarrolladas del mundo, como denuncian hoy las ONG¡s, con motivo de la celebración ayer del Día Internacional de los Derechos del Niño. Así, la organización Intervida recuerda que el trabajo infantil es una realidad en muchos países del mundo, como Perú, dónde el 25% de los niños entre 6 y 7 años ya trabaja.

Por su parte, «Save the Children», asegura que 48 millones de menores son víctimas de catástrofes naturales cada año y añade que en lo que llevamos de año, sólo el terremoto de Pakistán, los huracanes Stan y Katrina o la sequía de Níger han causado daños graves a la vida de 3.220.000 niños y niñas.

A su vez, en 2004, 85.000 niños murieron en este tipo de catástrofes, una cifra a la que luego hay que añadir todos aquellos que, a pesar de lograr sobrevivir a estos desastres, posteriormente fallecen a consecuencia de epidemias o para caer en manos de grupos armados o redes de explotación sexual.

Asimismo, «Save the Children» recalca que el 90% de las víctimas en conflictos armados son civiles, y la mitad de ellos niños. La ONG cifra en más 10 millones los menores que han sido desplazados y recuerda que muchos otros son los que han pasado a formar parte de ella. Así, en Colombia uno de cada cuatro combatientes son menores.