El papa Benedicto XVI dijo ayer que ante las nuevas amenazas
para la paz, como «el terrorismo, el nihilismo y el fundamentalismo
fanático», es más necesario que nunca trabajar todos juntos en
favor de la paz.
En su primera misa de año nuevo desde su elección como Papa,
Joseph Ratzinger consideró que es necesario «un verdadero impulso
de valentía y de fe en Dios y en el hombre para elegir recorrer el
camino de la paz», que debe venir de parte de «cada individuo,
pueblo, organizaciones internacionales y potencias mundiales».
En especial, hizo referencia a la Organización de Naciones
Unidas a la que pidió que «tome conciencia renovada de sus
responsabilidades en la promoción de los valores de la Justicia, la
solidaridad y la paz en un mundo cada vez más marcado por el
extenso fenómeno de la globalización».
Ante las «nuevas y más insidiosas amenazas para la paz -el
terrorismo, el nihilismo y el fundamentalismo fanático-» y ante la
permanencia de situaciones de injusticia y violencia que «siguen
oprimiendo» diversas zonas de la tierra, «es más necesario que
nunca trabajar juntos por la paz».
Benedicto XVI inició la misa con una invocación a «la verdadera
paz, que en este día pedimos como bendición para todos los días del
nuevo año y para todos los pueblos». En su homilía, trató el tema:
«En la verdad la paz», lema escogido por la iglesia para celebrar
la 39 Jornada Mundial de la Paz.
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