09/03/06 0:00
EUROPA PRESS. Sevilla.
El presidente de la Asociación de Usuarios de Internet de España,
Miguel Pérez, advirtió ayer de que, aunque es posible investigar
sobre el origen de las «convocatorias anónimas» de macrobotellones
a través de la red y de teléfonos móviles, resultaría «muy
complejo» localizar el «primer eslabón» de la cadena. Pérez señaló
que existe una directiva europea que obliga a las compañías de
telefonía móvil a «guardar durante un tiempo determinado los
mensajes de texto» de los usuarios, por lo que podría indagarse ahí
el principio de las convocatorias masivas. En cuanto a los correos
electrónicos, apuntó que «al igual que se investigan las redes de
pornografía infantil, en un momento dado se puede analizar también
esto, ya que Internet deja muchos rastros». El presidente recalcó
que las nuevas tecnologías «no son la causa, sino el medio de
comunicación de estos botellones, que ya existían antes que el
'e-mail' o el móvil». A su juicio, «este efecto multiplicador no es
nada nuevo, ya que venimos observándolo en los últimos tiempos, en
concentraciones de este tipo y también en manifestaciones». Además,
consideró que «si se cree que se trata de una conducta delictiva,
se podrían investigar siguiendo el rastro de las cadenas de correos
y los mensajes de teléfonos, pero el volumen de mensajes puede
llegar a desbordar, haciendo muy compleja la investigación».
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