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El Ministerio israelí de Educación, empeñado en combatir la obesidad en los niños y adolescentes, ha prohibido la venta en los colegios de bebidas gaseosas, como la Coca Cola, que deberán ser sustituidas por agua, zumos de fruta, té y chocolate. Asimismo, el Ministerio asesorará a los padres para cambiar las dietas habituales de sus hijos por una «menú sano», que para el desayuno debe incluir té con leche, una rodaja de pan con mantequilla, y un potaje de sémola con leche y semillas o granos. El 18% de los menores de edad israelíes sufre obesidad o sobrepeso.